A medida que imparto más clases, que acudo a más formaciones y en definitiva que veo más cuerpos progresando día tras día en mi studio, siempre llego a la misma conclusión: es necesario volver a lo básico para realmente tomar conciencia y entender el papel de la espalda en todos los ejercicios de Pilates. Y aquí me gustaría formular una pregunta a todos: ¿ eres consciente de tu espalda durante el día cuando estas de pie, cuando caminas, cuando te sientas, cuando corres o en definitiva cuando te mueves?
¿Qué ocurre en tu espalda cuando mueves los brazos? ¿Y cuando mueves las piernas? ¿Sientes la conexión de la espalda? Es algo que fácilmente olvidamos al practicar Pilates, la conexión de la espalda. Muchas veces me preguntan en mis clases: ¿hasta dónde llevo mis brazos? ¿Y mis piernas? Bien, la respuesta sería: hasta donde puedas mantener tu centro trabajando, porque en el momento que el movimiento de extremidades arrastra tu columna, tu centro ya no esta activo. Por lo tanto, encuentra tu espalda, siéntela y mantén tu centro trabajando, busca alargar tus brazos desde la espalda (y esto evitará que te lleves los hombros ¿te suena esto?); igualmente alarga las piernas desde la espalda, manteniendo toda la musculatura del centro fuerte.
Y aquí me gustaría hacer un pequeño inciso: cuando hablamos de centro (powerhouse, core…) en Pilates, nos referimos a la musculatura del abdomen, la espalda, los costados, los glúteos y la cara interna de los muslos. Muy a menudo nos centramos únicamente en el abdomen y olvidamos la importancia de que todos estos músculos trabajen juntos, para crear un centro fuerte, flexible y con libertad de movimiento, sin aislar ninguno de ellos, trabajando como un todo.
Desde aqui os recomiendo a practicar los fundamentos, ejercicios sencillos, para encontrar tu espalda. No importa si llevas tiempo practicando Pilates o acabas de comenzar (bienvenido si es el caso, ¡buena elección!). Y para ello lo mas importante al principio de una clase es tomar conciencia de tu espalda, sentirla. Siempre suelo empezar mis clases de esta forma, incluso invitando a mis alumnos, cuando llegan antes, a tumbarse en la colchoneta y tomar conciencia de su espalda, porque seguramente es algo que no han hecho en todo el día. Sorprendentemente ven como mejora su trabajo tanto en la colchoneta como en en todos los aparatos, y por consiguiente, en todos los movimientos de su día a día.
David Amador
modovite 